Son los vertebrados más numerosos y su segundo apogeo (el primero fue la Era Paleozoica) comenzó hace 66 millones de años ayudados por el final de los dinosaurios, según postulan dos investigadores.

Los paleobiólogos Elizabeth Sibert y Richard Norris han analizado los dientes de los peces encontrados  alrededor del mundo y determinado que la cantidad de dientes de peces con aletas radiadas comenzó a eclosionar en las secuelas de mortandad que provocó el impacto de un asteroide en la península de Yucatán. Los científicos se refieren a este episodio como la Extinción masiva del Cretácico-Terciario.
Conclusiones a través de tiburones
El 97% de especies de peces en el mundo están clasificados como peces con aletas radiadas. Se definen como especies con estructuras de esqueleto y están bien conservados en el barro del océano profundo. Los tiburones tienen esqueletos cartilaginosos y están representados por los dientes y escamas mineralizadas.
El gran avance de la investigación es llegar a la conclusión a través de los dientes fosilizados de tiburón. Se encontraron evidencias de que el número de tiburones se mantiene antes y después del evento de extinción aunque la relación de los peces con aletas radiadas respecto a los de dientes y escamas aumentó de forma gradual, duplicándose primero y multiplicándose hasta ocho veces en los 24 millones de años después.

«La diversificación de peces nunca había sido asociada a un evento en particular. Lo que encontramos es que aquella extinción masiva fue en realidad cuando los peces realmente despegaron en abundancia y variedad» dijo Sibert.
Sibert y Norris creen que algunos cambios clave en los océanos pudieron ayudar a los peces con aletas radiadas.
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