Durante gran parte del tiempo en que los dinosaurios tuvieron el señorío sobre la tierra, elegantes reptiles marinos llamados ictiosaurios eran los amos del mar.
Depredadores parecidos a delfines tenían enormes ojos para la caza y crecieron hasta 20 metros. Pero los paleontólogos durante mucho tiempo han estado desconcertados por su estructura cerebral, porque la mayoría de los especímenes fósiles han sido aplanados por sedimentos marinos.
Los ictiosaurios eran un grupo de reptiles marinos estrechamente relacionados con los plesiosaurios y pliosaurios, todos los cuales se encuentran en diversas costas británicas sobre una base semi-regular. Ellos se asemejan superficialmente a los delfines, sin embargo los ictiosaurios tienen ojos mucho más grandes, que utilizaban para ver al bucear a profundidades de hasta 600 metros, y más largos y delgados hocicos.
En el 1800 una rara excepción descubierta al sur del Canal de Inglaterra cerca de Bristol fue un espectacular bien conservado ictiosaurio de 180 millones de años de edad, de nombre Hauffiopteryx.
Ahora, utilizando la tomografía computarizada (TC), los investigadores han creado una reconstrucción digital 3D del cráneo del Hauffiopteryx, haciendo una «imagen fantasma» de su cerebro conocida como endomolde digital (arriba).
El equipo, que publicó sus resultados en línea a principios de este mes en Palaeontology, encontró que los lóbulos ópticos del cerebro eran particularmente grandes; también están presentes el cerebelo, que controla las funciones motoras, y la región olfativa, donde se procesan los olores.
Un co-autor el profesor Mike Benton dijo: «Estos resultados confirman tanto las hipótesis anteriores sobre la biología sensorial del ictiosaurio y también ofrecen nuevas pistas sobre cómo estos reptiles marinos interactúan con sus entornos – quizá las criaturas se basaron más en su sentido del olfato de lo que se pensaba anteriormente«.
No sólo el estudio abre nuevos caminos en la anatomía del cerebro del ictiosaurio, sino que también proporciona a los científicos más información sobre otros aspectos de la anatomía del cráneo del ictiosaurio, previamente difíciles de estudiar debido a la naturaleza plana de muchos fósiles de cráneo de ictiosaurios.
En conjunto el equipo concluye que estas características muestran que los ictiosaurios eran depredadores de gran movilidad con un agudo sentido de la vista y el olfato.


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