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Megaloceros novocarhaginiensis, nuevo ciervo gigante del Pleistoceno

Fuente SINC

Megaloceros novocarhaginiensis, se trata de un cérvido que vivió durante el Pleistoceno temprano, hace 780.000 años. Asimismo, el científico ha descrito fósiles de la especie Dama cf. vallonnetensis, un gamo del que ya se tenían registros anteriores. 

El asta holotipo, la que define la especie, de 
Megaloceros novocarhaginiensis vista por ambos lados. / MNCN-CSIC
Megaloceros novocarhaginiensis, que tenía un aspecto similar al de los ciervos, medía casi dos metros de altura, es decir, era más pequeño que la especie M. giganeus y mayor que M. savini. El material paleontológico ha sido encontrado en Cueva Victoria, un yacimiento situado en Cartagena (Murcia-España).
En cuanto a Dama vallonnetensis es un gamo cuya talla era algo menor que el ciervo común. “Sus astas eran proporcionalmente más grandes que en los especímenes actuales de gamo persa, Dama mesopotámica, y el pelaje, aunque no lo podemos saberlo por los fósiles, debía ser parecido al de los gamos que conocemos hoy en día, Dama dama”, explica Jan van der Made, investigador en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
En el estudio, publicado en la revista Mastia, el científico examinó 153 fósiles del ciervo gigante y 34 de la especie más pequeña. “Tras comparar los fósiles, que incluyen astas, dientes y huesos de las extremidades, comprobé que, en el caso del ciervo, no coincidían con ninguna de las especies conocidas hasta ahora”, comenta el investigador. “Estos descubrimientos nos ayudan a completar la historia evolutiva de la familia de los cérvidos”, continúa.
Gracias a las dataciones, basadas en los cambios de polaridad del campo magnético de la Tierra, el equipo ha determinado que ambas especies habitaron la Península hace más de 780.000 años.
El magnetismo de la Tierra ha cambiado varias veces a lo largo de su historia, estos cambios quedan reflejados en las rocas sedimentarias y, gracias a estas huellas geológicas que dejan los cambios de polaridad y a los datos sobre el estado evolutivo de las especies animales, podemos saber la edad aproximada en la que vivieron ambas especies”, concluye Van der Made.
Referencia
  • Made, J. van der (2014). «The latest Early Pleistocene giant deer Megaloceros novocartaginiensis n.sp. and the fallow deer Dama cf. vallonnetensis from Cueva Victoria (Murcia, Spain)». Mastia 11-12-13, 2012-14, PP. 269-323

Eomellivora piveteaui, un mustelido de 9 millones de años.

Un equipo internacional de científicos, que cuenta con participación española, ha descrito el cráneo y la mandíbula más completos del mustélido gigante Eomellivora piveteauiencontrados en el Cerro de los Batallones (Madrid).
Reconstrucción del mustélido gigante, Eomellivora piveteaui, a partir del fósil de cráneo.
La imagen será portada del próximo número de la revista Journal of Vertebrate Paleontology.
Adam Hartstone Rose

El buen estado de los fósiles ha permitido hacer un estudio de las relaciones de parentesco que demuestra, por un lado, la existencia de cuatro especies dentro del género Eomellivora y, por otro, que el pariente vivo más cercano de Eomellivora es el actual tejón de la miel, Mellivora capensis.
Eomellivora piveteaui, una especie que se describió por primera vez en 1965 a partir de restos muy fragmentados, era un animal carnívoro y voraz. Su capacidad de romper huesos lo convertía en un depredador muy versátil y activo de la fauna del Mioceno Superior.
“Los fósiles estudiados indican que tenía aproximadamente el tamaño de un pastor alemán, lo que nos hace pensar que, igual que el tejón de la miel es capaz de repeler el ataque de hienas o leones, podría haber plantado cara a los grandes tigres dientes de sable que convivieron con él”, explica el paleontólogo del Instituto de Geociencias y la Universidad Complutense, Alberto Valenciano Vaquero.
En la actualidad, la familia de los mustélidos, que pertenece al orden de los carnívoros, está formada por comadrejas, hurones, martas, tejones o nutrias. Son animales, tanto terrestres como acuáticos, de pequeño tamaño, cuerpo alargado y patas cortas, que se encuentran distribuidos por todo el planeta.
La aplicación de nuevas tecnologías
Situado en Torrejón de Velasco (Madrid), el Cerro de los Batallones, que este año celebra su 25 aniversario, es uno de los yacimientos de mamíferos carnívoros más importantes de todo el registro fósil del planeta para el Mioceno Superior (época que va desde hace 11 a cinco millones y medio de años).
“Este yacimiento es casi un catálogo de la fauna que habitaba esta región hace nueve millones de años. En 25 años hemos encontrado esqueletos completos de tigres dientes de sable, osos emparentados con el panda gigante actual, rinocerontes, jirafas, parientes del actual panda rojo, mustélidos, mastodontes, aves rapaces, tortugas gigantes o lagartos, entre otros”, comenta Jorge Morales, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y responsable del yacimiento.
Con ayuda de un escáner láser superficial portátil, los investigadores han creado modelos virtuales tridimensionales que, además de imprimirse, pueden visualizarse desde un archivo pdf.
“Los modelos en pdf que hemos creado complementan la información de la fotografía clásica y pueden suponer una herramienta con mucho potencial en el futuro de la paleontología de vertebrados”, concluye Valenciano.
Referencia

Fuente

Teruelictis riparius, nutria del Mioceno descubierta en España.

A diferencia de las actuales, esta especie extinta no era capaz de bucear y se alimentaba de crustáceos e insectos desde la orilla.

Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) han descubierto en el yacimiento mioceno de La Roma 2, de 9 millones de años de antigüedad, situado en el término municipal de Alfambra (Teruel), los restos de una nutria terrestre nunca antes vista que ha sido bautizada como Teruelictis riparius. Entre los restos recuperados se encuentran el cráneo, la mandíbula, varios huesos de las patas e incluso el báculo (el hueso que poseen en el pene muchos grupos de mamíferos y que ha permitido saber que los restos corresponden a un macho).
Pero lo más extraordinario de todo es que Teruelictis, a pesar de ser una nutria, no poseía ninguna adaptación para desplazarse por el agua y su esqueleto es más parecido al de otros mustélidos como las martas, que al de las nutrias actuales. Por ello los paleontólogos infieren que Teruelictis viviría cerca de la orilla, alimentándose de crustáceos, insectos, etc., pero que carecería de las capacidades buceadoras de sus primas, las nutrias actuales. El trabajo aparece publicado en el número de octubre de la prestigiosa revista inglesa Zoological Journal of the Linnean Society.
El material más representativo de esta nueva nutria se expondrá temporalmente en la vitrina denominada «Museo Aragonés de Paleontología» de Dinópolis, creada a principios de esta temporada para mostrar los resultados más recientes e impactantes de las investigaciones realizadas con los fósiles aragoneses.
En el mismo yacimiento, los investigadores descubrieron una nueva especie de équido, Hipparion laromae, y miles de coprolitos (excrementos fósiles) de hienas que contenían restos de polen, con los que se ha podido inferir la vegetación que existía entonces en la zona.
[Fuente]

http://www.abc.es/ciencia/20131009/abci-nutria-hace-millones-anos-201310091338.html

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